Tarta arcoiris

O pesadilla en la cocina. Éste podría ser el subtítulo del post de hoy, porque hacer esta tarta es, o por lo menos para mí lo ha sido, un infierno. Me llevó TODO el día y además me dio algún quebradero de cabeza, pero lo cierto es que merece la pena, porque todo el mundo se quedó con la boca abierta cuando la vio. Me he jurado a mí misma que no voy a volver a hacerla, aunque la verdad es que si no cometes tantos errores como cometí yo, tampoco es para tanto.

Voy a contaros el paso a paso.

Lo primero es preparar la masa de bizcocho. Yo seguí la receta de Sweet Colours Bakery, pero sólo para la masa. Para el resto de la tarta hice una versión un poco más casera. Es importante usar una receta de bizcocho que no lleve yemas de huevo, porque si la lleva, altera el color de los colorantes y al final el arcoiris sale un poco "regulero". La receta que yo usé queda muy suave y el bizcocho adquiere una textura muy delicada, el inconveniente es que hay que batir muchísimo.

Ésta es la masa ya dividida en seis partes, lista para ser coloreada. Yo usé colorantes alimentarios de la marca Vahiné, que se vende en hipermercados, vienen los tres colores primarios (rojo, azul y amarillo) y las proporciones que hay que echar de cada uno para obtener el resto de colores. Os aconsejo que peséis la masa para dividirla en tantas partes como colores vayáis a utilizar. Mi masa, sin relleno ni cobertura, pesó más de kilo y medio!

Para añadir los colores, lo que yo hice fue añadir las proporciones que indicaba el paquete tantas veces como fue necesario hasta obtener el color deseado. Os aconsejo no echarlo todo de golpe, no sea que os paséis. Y batir, batir, batir, hasta que el color quede homogéneo en todo el recipiente.

Éstas son algunas de las masas ya teñidas y listas para ser horneadas. Una cosa que hay que tener en cuenta es que hay que haceer seis mini bizcochos exactamente del mismo tamaño y altura. Para ello podéis comprar moldes desechables de papel de aluminio, o bien reutilizar seis veces el mismo molde, que fue lo que hice yo. Lo malo, que tardé una mañana entera en hornear seis bizcochos de uno en uno.

Aquí tenéis los seis bizcochos ya horneados y listos para ser montados. Todo un espectáculo de luz y de coloooor!
A continuación fui montando un bizcocho, mojándolo con almíbar,  y una capa de nata montada (con un sobre de gelatina neutra en polvo que añadí a la nata, para darle un poco de cuerpo y que aguantara hasta el cumple), y repitiendo las capas hasta terminar el arcoiris. Después lo cubrí todo con cobertura de chocolate blanco, y a la nevera, para que se pusiera durito. Y éste es el resultado final:

Os aseguro que a pesar del trabajazo que tiene esta tarta, merece la pena ver la cara de la gente, y sobre todo de los niños, cuando cortas el primer trozo y ven el arcoiris.

Buen provecho! :)

Ganchillo... y ganchillazo

Hola a tod@s! ¿Qué tal estáis llevando el puente? Los que lo tengáis, claro, ya sé que en casi ningún sitio es fiesta hoy, pero en Madrid hemos tenido la suerte de hacer unas mini vacaciones, y estoy aprovechando para poner el blog al día, y así os enseño mis avances con el ganchillo, que me tiene totalmente absorbida : )
Las que seguís el blog habitualmente ya sabéis que últimamente unas cuantas amigas hemos organizado algunas quedadas ganchilleras (las famosas craft meetings, jeje), y entre otras cosillas que hemos hecho, me han enseñado a hacer ganchillo. A pesar de lo que me ha costado aprender (yo soy zurda y coger el ganchillo con la mano derecha me parecía poco menos que imposible, y con la izquierda más difícil aún), creo que he hecho grandes progresos, y estoy muy contenta de poder enseñaros mis primeras creaciones:

Este guardaagujas es mi primera labor terminada. Me costó un montón hacerlo y está regular, pero le tengo un cariño especial, algo así como las manualidades que se hacen en el cole. Ahora lo veo y pienso "cuántos defectos tiene", pero no me importa, porque cumple perfectamente su función.

 Unos corazones en ganchillo para este proyecto solidario del blog El jardín de mi secreto, junto con las otras locas del ganchillo, M e I. Parece que el proyecto ha sido todo un éxito, así que estamos muy contentas de haber participado en él.

Grannies para una manta!! Me metí en este jaleo en cuanto supe hacer lo mínimo con la aguja de ganchillo, y la verdad es que me está sirviendo para coger mucha soltura con el gancho y cada vez me cuesta menos. Hacer manta es un poco largo y aburrido, pero bueno, ya tengo muchos más grannies de los que veis en la foto. Cuando no tengo otro proyecto más interesante entre manos me pongo con la manta, y si me sale algo mejor, la dejo. A este paso... ya veremos si el próximo otoño estrenamos manta o no...

Esta foto y la siguiente tienen su origen en el Nómada Market. Ya os he dicho alguna vez que soy un poco CVCQ (culo veo...). Pues bien, alguien llevaba un collar parecido en el Nómada y lo vi y pensé "esto lo hago yo". Los que vi eran de lana, y de colores más vivos, pero para hacer éste usé un hilo plateado, y en lugar de hacerlo lo suficientemente largo como para cerrarlo por detrás, lo dejé más corto y le añadí una cadenita de plata, para darle un toque más elegante. No sé si la foto le hace justicia, pero os aseguro que es precioso.

Por último, el ganchillazo. Os acordáis del último post, en el que os conté nuestas andanzas por el Nómada? Hicimos un curso exprés de trapillo con Merche de Blackoveja y empezamos un bolso, pero yo no pude terminar el mío en casa porque no tenía gancho de 12 mm. Cuando por fin lo conseguí (gracias otra vez, madre de I), deshice el bolso que había empezado e hice este cesto. Me encanta!! Tiene la rigidez perfecta para guardar las labores, incluso creo que podría hacer una cesta para la gatita.

Ahora tengo otra cosa entre manos que no tiene nada que ver con el ganchillo (o sí), en cuanto termine os lo enseñaré. Mientras tanto, os animo a que probéis a hacer algo con vuestras propias manos, es muy gratificante, aunque no se puede decir que sea relajante...  :)